La evolución de Internet tiende con más fuerza a lo visual. Hace la navegación más atractiva, requiere menos lectura, y le da al usuario lo que quiere: más información en menos tiempo. Las imágenes son parte indispensable de una página web, y, al igual que el contenido de cada página, necesitan ser etiquetadas para que Google las encuentre con rapidez.
Optimizar las imágenes para SEO es necesario y tiene resultados muy positivos ya que enriquecen la calidad de la página y la experiencia del usuario. ¿Quieres saber cómo optimizar imágenes para SEO correctamente?
Originalidad
La originalidad de las fotos ayuda a reforzarla personalidad de las páginas. ¿Cómo lograrla? Ante todo, evita utilizar fotos de bancos. Son impersonales y es muy probable que no seas el único. Recuerda que la creación de contenido es cada vez más valorada, y tiene mayor impacto emocional en la experiencia del usuario. Y las páginas con mejor experiencia de usuario tienen mejor consideración en los resultados de búsqueda.
Contar con un diseñador contribuirá a afianzar la personalidad de la marca, y hará más fácil que sea recordada.
Imágenes relacionadas con el contenido
El objetivo de las imágenes es el de complementar la información de la página o simplificar la transmisión del mensaje. Pocas imágenes son el contenido en si mismo, y por tanto necesitan ser elegidas con cuidado para que la calidad de la página no se vea perjudicada.
Además, es muy importante que la selección respete los derechos de autor para evitar denuncias, acciones legales o la despublicación de la página. A menudo los buscadores de imágenes tienen filtros para no cometer ese error.
Formato, peso y tamaño
Aunque sean cosas diferentes, van de la mano, porque de ellos depende la calidad de la imagen. El tamaño es importante según para lo que sea utilizada. Un logo no necesita ser grande, aunque debe tener una calidad impecable. Y una foto que acompañe al contenido de una página debe tener una calidad alta sin afectar a su velocidad de carga. De lo contrario, la tasa de rebote será pre visiblemente alta.
La clave está en utilizar formatos de imagen comprimidos. Los más conocidos son JPEG y PNG, que permiten conservar una alta calidad de la imagen con un peso reducido. Algo más a tener en cuenta es el soporte de transparencia, disponible para los formatos PNG (utilizado frecuentemente para logos) y GIF ( más usado para animaciones).
Es importante, además, asegurarse de que el tamaño de las imágenes respete las proporciones para evitar descuadres de la página y del texto.
Identifica las visualizaciones más frecuentes, por página y por dispositivo, y haz pruebas.
Leyenda y etiquetas
La gente lee cada vez menos texto, aunque la leyenda de las imágenes se salva. Especialmente cuando una leyenda precisa completa la información que la imagen proporciona. Sin embargo no es necesario añadirla si la imagen no necesita mayor explicación. Por ejemplo, cuando el catálogo de productos o servicios no es muy grande.
Por otra parte están las etiquetas ALT, que tienen especial importancia cuando de optimizar imágenes para SEO se trata. Sirven para describir el contenido de la imagen y siempre deben incluir las keywords. Así Google las relacionará con la imagen y las incluirá en el rango de la búsqueda.
Unos consejos finales
Las imágenes necesitan un nombre apropiado, e idealmente deberían incluir las palabras clave. No sólo por hacerlas visibles en las búsquedas, sino por mero pragmatismo. Las cámaras a menudo les dan números por nombre y puede hacer difícil identificarlas sin abrirlas. Además, crear un sitemap de imágenes es una buena opción para que queden indexadas y sean más fácilmente identificables por Google.
Por último, no olvides crear las Cards para redes sociales. La gente comparte enlaces, y cuando incorporan imágenes bien etiquetadas generan más interacción.
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